Una victoria Madre

Y el Verdinegro no jugó bien, al menos en la primera etapa porque fue superado desde el inicio porque a los 4 minutos ya tuvo un penal en contra. Y allí empezó el sufrimiento porque a doce pasos de sufrir la primera caída. Pero Borgogno se agigantó, miró a su madre en la platea y llegó la bendición para sus manos que taparon el penal de Galdames.

Aqui empezo la victoria de San Martín con el penal que atajó a los 4 minutos Matías Borgogno.

Los minutos que vinieron después fueron de un Rojo mas claro y con la tenencia de pelota que hizo puso a trabajar demasiado a la defensa sanjuanina. 

Por derecha le entraban rápido a Portillo y Puzzeto primero y Avaldo después tuvieron la posibilidad de marcar el primero, pero Borgogno se hizo cargo nuevamente.

A San Martín que estaba muy atrás quedaba para el contragolpe. Tuvo una con Maestro Puch  por derecha y otra por izquierda y en ambas definidas con debilidad.

El primer tiempo se iba  con un Independiente jugando mejor, mereciendo mas pero con el marcador en cero. 

La segunda parte los ingresos de Santiago Barrera y Cavallaro cambiaron un poco la movilidad  y la zona del medio juego se hizo mas activa pero en los primeros 15 minutos  no pudo generar porque  Independiente seguía adelantado.

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Y a los 17 minutos, en un corner desde la derecha para el Rojo nació el gol de San Martín. Tomás Fernández pico habilitado y corrió 20 metros solo y al entrar al area definió muy bien ante Rodrigo Rey para desatar el delirio que se vio apagado porque el línea levantaba la bandera.

Después el VAR convalidó el gol porque Fernández estaba habilitado y allí empezó otro sufrimiento. Aguantar, defenderse y esperar algún contragolpe.

A tres minutos del final Gomez anotó el empate pero las oraciones fueron escuchadas y a instancias del VAR fue invalidado con por posición adelantada.

Los 8 minutos adicionados solo generaron mas angustia y ansiedad. En cada centro al área había un rezo continuo que terminó surgiendo efecto porque el pitazo final de Andrés Merlos fue el desahogo que necesitaban los hinchas verdinegros.

Ganó San Martín. No lo merecía pero lo consiguió y a esta altura eso ya no importa solo vale mirar la tabla y llenarse de ilusión de cara a los los tres partidos que restan.

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