Con un récord de más de 25.000 socios participando en los comicios, Stefano Di Carlo se convirtió este sábado en el nuevo presidente de River Plate, marcando un hito al ser, a sus 36 años, el mandatario más joven en la historia del club desde Antonio Vespucio Liberti en 1933.
Di Carlo, quien se desempeñaba como secretario general en la gestión de Jorge Brito, asumirá formalmente el lunes al frente de la institución de Núñez. Su elección representa la continuidad de un proyecto que comenzó hace más de una década con Rodolfo D’Onofrio y que ahora enfrenta el desafío de recomponer el aspecto futbolístico del club.
El flamante presidente estará acompañado por Andrés Ballotta, Ignacio Villarroel y Mariano Taratuty como vicepresidentes, conformando un equipo que busca mantener la estabilidad institucional mientras aborda los problemas urgentes del primer equipo.
El desafío inmediato: la crisis futbolística
El principal reto de Di Carlo será ordenar el área deportiva, actualmente bajo la dirección de Marcelo Gallardo, cuyo segundo ciclo al mando del equipo está lejos de cumplir las expectativas. La situación se ha vuelto crítica tras las recientes eliminaciones en la Copa Argentina, la Libertadores 2024 y el bajo rendimiento en el torneo local.
“Por supuesto que al final de la temporada, el fútbol, el tema de mayor centralidad, relevancia e interés tanto para nosotros como para toda la familia de River, vamos a hacer las evaluaciones del caso y la sintonía fina. Debemos corregir y mejorar”, reconoció el propio Di Carlo después de ejercer su voto.
River se encuentra en una encrucijada deportiva. Para clasificar a la Copa Libertadores 2026, el equipo debe ganar el Torneo Clausura o asegurar uno de los dos boletos restantes por la Tabla Anual, donde actualmente ocupa el tercer lugar con 52 puntos, detrás de Boca Juniors (53) y por delante de Argentinos Juniors y Deportivo Riestra (51).

COMENTARIOS