El plan inicial era otro. Salir del Faro, cruzar la cordillera y entrar a San Juan por Agua Negra pero inconvenientes de último momento replantearon todo pero para Oscar Contrera (66) solo fue un desafío más. Así, el legendario patinador sanjuanino decidió escribir otro capítulo de su rica trayectoria uniendo Arrequintín con el Monumento al Deporte, en dos días, cuatro etapas y más de 10 horas arriba de los patines, alcanzando en tramos más de 70kms por hora. Toda una aventura para agigantar su leyenda, ya que cuenta con tres Cruce de los Andes, en patines pero desde Viña del Mar (Chile), subiendo los Caracoles, pasando por Mendoza y llegando a San Juan en 1987, 1994 y 2001. Siendo la segunda edición, la más larga ya que unió “Dos océanos en patines”, al partir desde territorio chileno y arribar al mar argentino.
Así este domingo, a última hora y acompañado por el futuro que Oscar siembra en su escuelita, entró al Parque de Mayo para buscar el Monumento al Deporte sabiendo que este cuarto cruce fue singular, pero planificando que en otra edición será completo.

Contrera no estuvo solo. Tuvo una delegación compuesta por Mario Codorniú, Andrea Alé, Soledad Cerda (enfermera y también patinadora), Elias Codorniú (acompañó todo el recorrido en moto), Jorge Nievas, Rodrigo Medina, Roxana Robledo, Carlitos Clavel, José Luis Segura (acompañó en bici) y las chicas Micaela y Agostina Segura (ellas patinaban solo en zonas confiables). Una estructura indispensable para desafiar la altura desde Guardia Vieja, Las Flores, Rodeo y llegar a Jáchal, para luego buscar Albardón y más tarde el Parque de Mayo.

La hoja de ruta comenzó en Arrequintín, para cruzar Guardia Vieja y empezar el descenso hasta el complejo Aduanero de Las Flores, siempre por la Ruta 150. El sábado, tras una pequeña pausa en el ACA, Contrera llegó a Rodeo sabiendo que se venía el desafío de cruzar a Jachal por el camino de cornisa. Las inclemencias del tiempo le jugaron en contra porque el estado de la ruta no fue el mejor y tuvieron que patinar por sectores hasta llegar a la plaza central jachallera. Ahí, el grupo hizo noche sabiendo que se venía el domingo.
Ese día unieron Jáchal-Albardón, solamente parando para almorzar y en la tarde llegaron a San Juan Capital. En Albardón los esperó un grupo de patinadores, la Policía de San Juan los acompañó para resguardar la seguridad de todos y en la Municipalidad de la Capital, estaba otro equipo sobre ruedas que se sumó a la caravana. Mientras que en el monumento a San Martín los recibieron los más pequeñitos de la Escuela de patín para hacer un ingreso simbólico todos juntos.

En las sensaciones finales del Cruce, Oscar admitió que en esta oportunidad, se relajó y disfrutó de ir acompañado por alumnos Máster que por primera vez hacían tantas horas arriba de los patines.

También contó que solo en el descenso del Villicum estuvo solo y alcanzó 70 km/h detrás de la moto. Sabiendo que se que puede hacer más velocidad pero en patines no es como la bicicleta que se maneja mejor.
Pasó otro capítulo. Contrera escribió historia arriba de los patines pero como el mismo lo dijo, lo mejor está por venir: el Quinto Cruce.


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