En una nueva historia del segmento “EL LADO B”, conocemos la otra cara de un goleador de raza, un depredador del área, un fanático del gol. Pero esas afirmaciones quedan de lado porque ahora entraremos en la vida de un esposo enamorado, un papá genial, un compañero como ninguno, en definitiva… la vida de FEDERICO ACEVEDO.
– Federico, primero que nada, muchísimas gracias por dejarnos entrar en tu vida personal y conocer tu otra parte de la persona.
– Acevedo: A ustedes, y vamos a tratar de disfrutar de una buena tarde en familia.
– Ecos: Dijiste familia y queríamos saber, primero, ¿como esta compuesta tu familia paterna?
– Acevedo: Bueno, mi familia está compuesta por mi mamá Olga, mi papá Mario (falleció cuando tenía 5 años), mi hermanos Pablo, Martín, Facundo y Mario, esos son “cordobeses”.
-Ecos: Y los que te rodean, aquí y ahora, ¿son todos cordobeses o como es la historia?
– Acevedo: Mitad y mitad, para que no haya peleas (risas). Bueno, mi esposa Paola, y de mayor a menor, mis hijos son Mía (18 años), Antonella (16), ambas cordobesas, Lautaro (14) y la más chiquita, Brunella (6), son los “sanjuaninos”.
– Ecos: ¿Como fue la niñez de Federico, en su Córdoba natal? ¿Fuiste tranquilo o más bien inquieto?
– Acevedo: La verdad que un poquito de todo, era bastante tranquilo, pero al tener una familia con todos hermanos varones y más grandes que yo, lo seguía en las travesuras y vivimos una niñez muy linda, porque pasamos mucho tiempo en la calle porque en el lugar donde vivíamos daba para hacer eso. Muchas quintas, así que siempre estábamos o arriba de un árbol o detrás de una pelota en el campito.
– Ecos: En la escuela, ¿Que tipo de alumno eras?¿Estudioso o algo “vago”?
– Acevedo: Regular, porque me gustaba divertirme y la verdad que alternaba. Y me gustaba estudiar poco, porque lo mío era jugar al fútbol, andaba siempre detrás de una pelota.
– Ecos: Sin dudas que los cordobeses son de tener labia y chamuyo. Pero ¿como hiciste para conquistar a Paola, tu mujer, que es peruana?
– Acevedo: Bueno, con Paola nos conocimos medio de casualidad porque yo tenía una lesión en la mano y ella, justamente es enfermera, y yo tenía que aplicarme un inyectable. Y bueno, ahí empezó todo.
FEDERICO ACEVEDO PARTE 1
Ahora vamos a hablar de Federico Acevedo, pero por parte de los otro integrantes de la familia.
– Ecos: Paola ¿Que te cautivó de Federico, el chamuyo, la labia, la forma de ser?
– Paola: La verdad que de todo un poco, al principio fue difícil porque en Perú era mal visto eso de salir con un jugador de fútbol y mi mamá me lo decía. Pero después la cosa fue cambiando y llevamos mucho tiempo juntos y vivimos muchas cosas.
– Ecos: Bueno, para las chicas, ¿Como es el papá fuera de la cancha, sin el buzo de técnico?
– Mia: Es normal, es tranquilo, hay como en todas las familias, pequeñas peleas, pero es muy bueno.
– Antonella: Es muy tranquilo, él esta en la suya y nosotros en la nuestra, pero la verdad es que es muy tranquilo. No molesta, está en casa, pero hace de cuenta que no estuviera. Es muy amoroso y muy buen papá.
– Lautaro: Bueno para mi, es un término medio, porque cuando él jugaba, yo lo acompañaba a la cancha, desayunábamos juntos y ahora, después del retiro, se fijó más en mi porque me enseña todo lo que sabe y me aconseja siempre.
– Brunella: Papá no molesta.
– Ecos: Fede, ¿Que sentis cuando escuchas lo que te dicen tus hijos?
– Acevedo: Que me doy cuenta que perdí mucho tiempo con ellos. Porque en esta nueva profesión en la que estoy incursionando, te quita mucho tiempo y mucho más a mi, que soy muy detallista.
– Ecos: Federico, ahora vas a tener que tomar nota y aprender de todo lo que te dijeron los chicos.
– Acevedo: Seguro, uno siempre aprende de ellos y además, por el tema de edad y esas cosas, el trato o los consejos que les doy a cada uno es diferente, porque ellos son muy diferentes uno del otro. Y tengo muy en claro y me arrepiento mucho, de no pasar más tiempo con ellos a raíz del trabajo que tengo.
FEDERICO ACEVEDO PARTE 2
– Ecos: Bueno Federico, en pocas palabras, describime ¿Que son tus viejos?
– Acevedo: Los viejos son todo, mi mamá es sagrada, porque mi viejo falleció cuando yo tenía 5 años y ella tuvo que criar cuatro varones, sola, llevarnos a estudiar, a hacer un deporte, y por eso… me acuerdo y la extraño mucho.
– Ecos: Decís que la madre lo es todo, ¿Que tenes que decir de la madre de tus hijos? ¿Que significa Paola?
– Acevedo: Paola es todo, como ella dice, tiene cinco hijos y no cuatro, me cuida y me trata como eso. Todo lo bueno que se puede decir de una esposa, eso es Paola, porque es insistente, es de ir para adelante y yo me siento identificado con ella.
– Ecos: Bueno, y a cada uno de tus hijos, ¿Que les podes decir? Arrancando por Mía, la mayor.
– Acevedo: Bueno, ella es mi versión femenina, es la que menos hace en la casa (risas). Ella es excelente, es estudiosa y solidaria como el resto de los hermanos.
Antonella es muy inteligente y es la más avispada, se da cuenta de cosas que por ahí que los demás no. Ella va y hace las cosas sin necesidad que se las pidas.
Lautaro me hace renegar demasiado, pero por ahí lo entiendo y le tengo compasión porque esta rodeado de todas mujeres. Es mi soldado y lo tengo que defender. Es lo que yo deseaba, tener un hijo varón para que pueda seguir mis pasos, o tal vez no, pero bueno, es un gran pibe.
Brunella es la más chiquita y la mas parecida a su mamá. Siempre anda detrás mío.
– Ecos: Si te dieran a elegir entre un chori con un buen fernet cordobés y un asado con un vino sanjuanino, ¿Que preferís?
– Acevedo: Uuuyyy… y la verdad que los dos. Pero fíjate que cuando jugaba al fútbol, no disfrutaba mucho del fernet porque si tomaba uno, al otro día estaba fusilado. Pero ahora que uno se va poniendo más grande, prefiero un buen vino blanco dulce, más allá que el tinto me gusta también.
– Ecos: Si no existiera el fútbol, ¿Que sería hoy de Federico Acevedo?
– Acevedo: Si me lo preguntas hoy, sería golfista, porque después que dejé de jugar me dediqué a jugar al golf. Un amigo me llevó al club Amancay y cuando llegué y vi los árboles grandes, vegetación, todo el campo verde, me enamoré del golf y mucho más después de tirar un par de golpes y meterla en el hoyo, como si la clavara al ángulo cuando jugaba al fútbol.
FEDERICO ACEVEDO PARTE 3
– Ecos: Fede, estamos en el Parque de Mayo, estamos muy cerca del lago. Si fueras y te miraras en el reflejo del agua ¿Que le aconsejarías a ese Federico para mejorar algo que no está haciendo bien y a que lo alentarías a seguir porque va por el camino correcto?
– Acevedo: Dicen que no hay que arrepentirse de nada, pero creo que su tuviera que arrepentirme de algo, es de no haber sido egoísta con mi familia y no haberle dedicado más tiempo a mi. El fútbol me demandó mucho tiempo, porque es mi trabajo y porque soy un apasionado del fútbol, que esa pasión hace que me levante a las cinco de la mañana y por lo que perdí mucho tiempo y no pude dedicárselo a ellos. Y algo que vengo haciendo bien es eso, que estoy cambiando y aprendiendo a pasar más tiempo con ellos. Más allá que ellos entienden y me acompañan, pero es algo que estoy mejorando y eso me pone feliz.
Antes de meternos en la última pregunta, y aprovechando que esta toda la familia, que se ven en el desayuno, en la cena o en gran parte del día, queremos que cada uno le diga a la familia que significan para ellos. Arrancamos con Mía, la hija mayor.
– Mia: Nada, que los amo, que soy muy feliz de que sean mi familia.
– Antonella: Estoy muy orgullosa de ellos, muy emocionada y los amo.
– Paola: Los amo, son mi vida, mi mundo y el orgullo que tengo.
– Lautaro: No tengo una palabra para describir lo que son para mí, son mi todo y los amo.
– Brunella: Que los amo y que siempre sean felices.
– Ecos: Fede, la última, si te dieran la posibilidad de cumplirte tres deseos, ¿Que pedirías?
– Acevedo: Que no se corte nunca esto, la unidad que tenemos, otro sería poder tener cerca a mi familia de Córdoba y la familia de ella porque no coincidimos casi nunca en tenerlos a todos juntos y el último sería poder tener a mi viejo con vida y que me vea lo que soy ahora y hasta donde llegué.
FEDERICO ACEVEDO PARTE 4
Dicen que la familia es el núcleo de todo bienestar, que la fuerza y la unión de sus integrantes hacen que sea una sociedad poderosa y muy difícil de romper. Los Acevedo demostraron ser eso, una gran familia, un engranaje donde todos sus componentes funcionan a la perfección, cumpliendo el rol que les toca y haciendo que los resultados se vean claramente.
Federico Acevedo, un enamorado del buen juego que se enamora de su esposa todos los días, un optimista del gol, que ve con optimismo el futuro de sus hijos y un todoterreno del fútbol, así como lo es en su vida.
Así pasó un capítulo más de este lindo segmento llamado “EL LADO B”. Hasta la próxima.
NOTA: GERMAN RIVADERO
PRODUCCION: YESICA VEGA
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